lunes, octubre 29, 2007

Recuento.

Si me pusiera hacer un soundtrack para cosa que quiero hacer o pienso que podría pasar. Seria todo tan cuatico; todo como una película. A ratos es así, unas sonrisas, un dialogo que parece real, unos enfoques de cámara… primeros planos que se cambian mientras cada personaje habla. Pero que onda cada escena, que pasa con la congruencia del guión. En realidad mi guión es una mierda; algo que no debería hacerse película, a ratos si - a ratos no.

Y es que a medida que respiramos cada uno nos hacemos una película, a medida que caminamos nos damos cuenta de donde hasta cuando y que hay de sincero en nosotros mismos. Que más da si tiene trama o no. Que más da si es de bajo presupuesto, que más da si es una de esa pelis rancias que nunca más verías. Lo único que importa es que lo disfrutes. Que te llegue a dar cosquillas imaginarte lo que podrías ver en la pantalla gigante, por tal vez eso es lo que lo hace delicioso.

Cuantos de nosotros existimos, cuantos de nosotros creemos existir. Cuantos realmente saben lo que es existir, nadie en realidad, si ni siquiera tenemos la capacidad de vernos realmente como somos. Lo único que nos paga esta vida es el simple reflejo de un espejo. Todos pueden mirarnos pero nosotros no.

Es difícil saber que somos de verdad, es difícil siquiera comunicar lo que sentimos de verdad. Es un problema cagarse de miedo al decir la verdad a los ojos. Pero que sacas con expresar lo que de verdad sientes, si todo parece una mentira. Las cosas nunca funcionan como lo esperas… es el pecado de hacernos vulnerables al medio. Es el precio de dejar que el medio te haga algo bizarro para ser quien eres.

Cuando dejamos mostrar lo que en realidad existe, cuando nos sinceramos con nosotros, cuando en realidad se puede leer lo que divagamos del resto… generalmente estamos solos. Las personas que deberían escucharnos no están en los momentos que deberían estar. Si, así de simple es… la puta vida no te deja ser feliz porque generalmente tu felicidad depende del resto de las cosas.

A pesar de eso; igual he aprendido a maravillarme de cosas nuevas, de cosas que realmente están, cosas que hacen que abra los ojos y sonría un poco más. Y a veces son cosas tan mínimas como los colores que percibo mientras rebotan con el sol, que sensación más bella. A ratos pienso que no hay nada como llenarte los ojos de colores y matices. Llenarte la cabeza de ideas, de momentos y recuerdos. Lugares que pueden generar nuevos matices en tu realidad. Hasta esas miradas que saben dar, esas miradas que te dejan baboso por mas (ojala esas fueran mas seguidas -ja!).

¿De que manera generamos ilusiones, sentimientos falsos, realidades anexas y pseudo consideraciones para sentirnos más felices, más llenos o simplemente vivos? En que momento dejamos de vivir lo que en realidad deberíamos por dejarnos llevar por impulsos que realmente no existen. Creo que por eso prefiero hacerle caso a mis hormonas que a lo que existe en realidad, a lo único que debo temer. A lo único que debo conocer es a mis estímulos y mis reacciones; el resto es una mierda. Conocerme a mi mismo, conocer mi medio y aprender a moverme por el.

Si. Eso es lo que se aprende, eso es lo que se sabe; a ser vivo –no parecerlo.

Primavera otra vez, que cuatico estar de cumple en primavera y despertar con un cachetazo hormonal.

El problema ahora es; ¿Quién tienta a las hormonas ahora… ellas o nosotros? Otro dia les cuento la teoría de la primavera.

J 23.58

PD: Quiero escaparme por ahí, ¿alguien conoce el place?

PD: Digo mucho mas; será eso lo que quiero… ¿Algo más?

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